Después de dos semanas de polémica, José Ramón López Beltrán, hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), rompió el silencio y aseguró que “no tiene injerencia alguna en el gobierno de México” y que sus ingresos “provienen al cien por ciento” de su trabajo como asesor legal de desarrollo y construcción para la empresa KEI Partners.

Lo anterior luego de que se diera a conocer una investigación realizada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Latinus en donde exhibían la lujosa propiedad en la que vivía en Houston, Texas, que le perteneció a un exejecutivo de la empresa petrolera Baker Hughes.

A través de Twitter, López Beltrán compartió un documento en el cual señaló que desde 2018, año en el que su padre ganó las elecciones presidenciales, volvió a su trabajo como abogado hasta que, al lado de su familia, decidieron mudarse a Estados Unidos.

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Fue en 2020 cuando comenzó a trabajar como asesor legal de desarrollo y construcción de la empresa KEI Partners, con la que obtuvo su visa de trabajo para residir en Estados Unidos sin ningún contratiempo.

Afirmó ser un ciudadano privado que no tiene injerencia alguna con el gobierno de México, pues el total de sus ingresos provienen de su empleo. Por ello, sentenció que no existe ningún conflicto de interés con su domicilio en Houston, la empresa petrolera Baker Hughes y la administración actual.

“Soy un ciudadano privado, y no tengo injerencia alguna en el gobierno de México. Mis ingresos provienen al cien por ciento de mi trabajo en Houston. No hubo, ni habrá conflicto de interés. Les pido respeten mi vida y la de mi familia”, sentenció José Ramón en el comunicado.

El reportaje publicado por MCCI y Latinus donde daban a conocer las dos propiedades que le pertenecieron al hijo del presidente y su esposa, Carolyn Adams, en Houston, ocasionó múltiples reacciones.

La oposición fue clara en su postura sobre un posible conflicto de interés, por lo que emitieron al menos cuatro denuncias sobre el caso.

Hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que su hijo mayor, José Ramón López Beltrán, trabaja en una empresa de los hijos de Daniel Chávez, quien, dice, lo ayuda en la supervisión del Tren Maya “sin cobrar nada” pues es “supervisor honorífico”.

“José Ramón está trabajando en Estados Unidos, su esposa lo mismo, no tiene que ver con Pemex o ninguna empresa vinculada al gobierno, pero no es ese el asunto, el asunto es golpear, porque hay mucho dinero de por medio”, dijo en su conferencia mañanera de este lunes en Palacio Nacional.

Qué es KEI Panthers

KEI Partners, la empresa para la que trabaja José Ramón López Beltrán, el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, pertenece a Érika e Iván Chávez, hijos del empresario inmobiliario Daniel Chávez, quien es asesor honorífico del Tren Maya, uno de los proyectos turísticos ‘estrella’ del gobierno mexicano.

La empresa, que fue registrada oficialmente en Texas el 15 de octubre del 2018, dos meses antes de que López Obrador asumiera la presidencia, se anuncia como una firma de administración de restaurantes, diseño de inmobiliarios de lujo y creador de proyectos dedicados al hospedaje, igualmente de lujo; la página web del despacho se creó un día antes de que José Ramón López Beltrán enviara el comunicado.