Dallas. El encanto de la «estrella solitaria»

Desde el siglo XIX, Dallas ha aprovechando al máximo la enorme extensión territorial texana para convertirse en una de las diez ciudades más grandes de la Unión Americana. Con sus más de 1000 kilómetros cuadrados y casi 3000 junto a su zona conurbada tiene mucho que ofrecer tanto a sus habitantes como a sus visitantes.

Bajo un sol abrasador y un caluroso cielo despejado, quien se aventura a recorrer sus calles a pie descubrirá mucho más que una insolación. Aquí, el glorioso pasado colonizador convive discretamente con la arrasadora modernidad de sus grandes rascacielos e intricados ejes viales. 

El Museo de Arte de Dallas con sus amplias colecciones de los cinco continentes; el Sixth Floor Museum, ubicado en el antiguo Depósito de Libros, que ilustra la vida y la muerte de John F. Kennedy; El Museo de Historia Natural Ross Perot con sus fósiles e interactivos científicos; el Museo Rojo que a través de objetos y memorabilia ilustran la historia de la ciudad; la Biblioteca George Bush con sus colecciones histróricas y una réplica de la oficina oval y una privilegiada vista desde lo alto de la Union Tower son algunos de los sitios imperdibles de la ciudad, sin dejar de lado un momento de esparcimiento en alguno de los bares o restaurantes del Deep Elum o una caminata por el Art District.

Más allá, en Fortworth, el Stock Yard se extiende como una puerta en el tiempo al salvaje Oeste mientras en Arlington se yerguen con magnificencia el AT&T Stadium, casa de los Vaqueros de Dallas, y el Globe Life Park, casa de los Rangers, para los amantes de los deportes.

Dallas es, sin lugar a dudas, un excelente escaparate de la prosperidad texana.