Vacaciones en la naturaleza, para desconectarse de lo cotidiano

Estás en tu casa descansando, un tanto aburrido, y pensar en las opciones tradicionales de entretenimiento te generan incluso la sensación de que te aburrirás aún más. Si es tu caso, hay opciones para que te «desconectes», literalmente.

En León existen Áreas Naturales Protegidas (ANP) que ya están debidamente clasificadas por el Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato.

De acuerdo con este organismo, las ANP se dividen en áreas para uso sustentable, áreas de restauración ecológica, monumentos naturales y parques ecológicos.

En León existe un área de uso sustentable, la Sierra de Lobos; y un parque ecológico, el Parque Metropolitano de León.

Ambos lugares cuentan con amplia diversidad biológica, además de servicios ambientales y atractivos naturales.

La Sierra de Lobos es un bosque, en el que abundan los encinos, hay diversas opciones de actividades ecoturísticas, entre las que se encuentran el senderismo, paseos en bici de montaña e incluso campismo.

Además de estos atractivos, es posible que divises alguna de las más de 250 especies que viven en el lugar. Sierra de Lobos es el hogar de más de 180 especies de aves, 39 reptiles y 34 mamíferos.

El Parque Metropolitano es el punto de encuentro con la naturaleza por excelencia dentro de la ciudad, por Semana Santa ofrece recorrer los 7 km de su pista alrededor de la presa en trenes de neumáticos, este servicio está disponible todos los días de 11:00 a.m. a 7:00 p.m. y tiene un costo de $12.00 pesos por persona.

Es importante mencionar que por la seguridad de los visitantes en esta temporada, durante la semana santa se ha prohibido la práctica del ciclismo deportivo dentro de sus instalaciones.

Además, a quién no se le antoja una rica carne asada en familia, eso sí, el consumo de bebidas alcohólicas está prohibido dentro del parque. Si bien lo que deseas también es conocer opciones naturales que se encuentren cerca de la ciudad, muy cerca de León se encuentran el Cerro del Palenque, el Cerro del Cubilete, la Presa de Silva y la Cuenca de la Soledad.

Por Eugenio Horta