El panteón olvidado de Los Limones

En la colonia de los Limones, en el cruce de los bulevares Torres Landa y avenida La Merced, en la salida a San Francisco del Rincón, existe un pequeño terreno con muchísimo misterio que causa curiosidad para sus vecinos.

Este predio amplio, el cual se convertiría en un panteón municipal, fue construido en 1892 pero nunca cumplió su destino.

En aquella época, una epidemia de tifo azotó la ciudad de León y con la finalidad de poder dar sepultura a los cuerpos de las personas que habrían muerto a causa de la enfermedad, se decidió convertir este terreno en panteón, el cual reemplazaría al de aquél entonces, el cementerio de San Miguel.

Ya listos para la inauguración, y una vez construidos los muros y el arco de cantera que serviría como entrada del panteón, los inspectores de sanidad de la obra descubrieron que había demasiada humedad en esos terrenos, haciéndolos inapropiados para la descomposición de los cuerpos, arriesgando provocar más enfermedades a la población.

Jefe Político de la ciudad, solicitó un permiso del Ingeniero Luis Long para que realizara las excavaciones necesarias en el lugar y así poder dar carácter de panteón. No obstante, la misma evaluación llevó a conclusión de que el lugar no se encontraba apto para dicho fin. Ya que la tierra no contaba con las condiciones necesarias de salubridad y prácticamente se llegaría a la conclusión inicial, la de rechazar el lugar para convertirlo en panteón, a pesar de la necesidad por la epidemia de tifo.

Hoy en día, aún se puede observar el arco de cantera que servía de acceso. La existencia del panteón que fue y no fue, ha dado pie a cientos de historias y relatos de fantasmas y apariciones que, por las noches, se pueden escuchar con ruidos extraños y observar algunas sombras pasar por sus calles. Esta y muchas historias más, hoy se cuentan entre los habitantes de la colonia Los Limones.