Una leyenda más para contar: La Santa Planchada

La narración cuenta que, en el siglo pasado, una enfermera que en edad madura, a causa de haber sufrido una tremenda decepción amorosa y haberse quedado «para vestir santos» (coloquialmente hablando), fue agriando y pervirtiendo su carácter.

Esta enfermera gustaba de vestir impecablemente su uniforme, siempre limpio y muy bien planchado pero, su trato con los enfermos que le tocaba atender mientras estaba en turno, era cada día más inhumano y sanguinario pues les dejaba de dar el medicamento que serviría para mitigar los dolores, incluso a los heridos los lastimaba en el momento de las curaciones.

Se dice que la obra mayor de crueldad, fue cuando le ocasionó la muerte a un recién nacido solo para hacer sufrir a una mujer que se mostraba feliz por su maternidad.

Lo que no se sabe es si esta enfermero sintió arrepentimiento antes de morir pues hizo mucho daño, pero lo que sí se asegura es que su ánima en pena se aparece en los hospitales y sanatorios, se le reconoce fácilmente por su ropa perfectamente plancha y características muy antiguas como: falda corta, uso de cofia, zapatos pasados de moda y siempre actuar en lo absoluto silencio asistiendo a los enfermos gres, incluso e asegura que ha salvado vidas en momentos muy críticos.

Así que el día que te toque, invócala sin miedo con esta oración:

Ayúdame Santa Planchada

no te pido interceder ante Dios

por la salvación de mi alma,

pues eres pagana,

pero ven ahora con los benditos medicamentos

para mejorar mi salud.

Amén.