Historias

Palacio Municipal, construido con dinero de un cachito de lotería

Publicado

hace 8 años

1 de agosto de 2016

Por

Redacción

bonitoleon.com: La Voz de León

Por Christian Rendón

¿Sabías que el edificio donde actualmente está el Palacio Municipal de León fue construido con el dinero de un cachito de lotería?

La leyenda resguardada en los libros del Archivo Histórico de la ciudad cuenta que un Alcalde se ganó el premio mayor y con eso se edificó el convento donde ahora es la Presidencia.

Don Pedro Barreto, un distinguido leonés que fue Presidente Municipal de la ciudad en siete ocasiones y ocupó más cargos públicos, obsesionado con sacarse la lotería, probaba con diferentes números de la suerte una y otra vez hasta que con una manda se le cumplió el deseo.

Dos pesillos y cambiar la estrategia del ritual que siempre hacía para sacarse el boleto ganador, fueron suficiente para que Dios lo escuchara y lo hiciera millonario de la noche a la mañana con 40 mil pesos al águila.

Esa era su única debilidad, comprar boletos de lotería, por lo que nunca decía a sus amigos, solo cuando los adquirían procuraba que los números que elegía coincidieran con la fecha dedicada a cualquier santo de su devoción, después, ponía el boleto detrás de los cuadros de los santos que tenía en su casa.

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Una vez cansado de la estrategia y de que nunca se sacaba algo, cambió la idea, compró el boleto y lo guardó en un libro de oraciones que tenía en medio de su sala, así, sin decir más.

Cada que alguien se sacaba el premio sabía que el de él estaba por llegar, hasta que ese día, en agosto de 1960, dijo: “Señor, la mitad para los Padres Juaninos, y la otra para mí”, faltaban ocho días para que se llegara la premiación, a él se lo consumían las ansías, ocho días, siete, cinco…

Se llegó la fecha, estaba dormido en su casa cuando llega un hombre, era de madrugada, toca la puerta y él salió, casi adivinó cual era la noticia: se había sacado la lotería.

Corrió a la iglesia más cercana, el padre estaba oficiando misa y don Pedro solo le dijo: ¡Lotería, Padrecito, lotería! Les repartió 20 mil a los Juaninos y con ese dinero construyeron el convento donde ahora es la Presidencia Municipal y los otros 20 se los quedó él, la manda se le cumplió.