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Historias

Los cristeros del Coecillo

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El día 26 de diciembre de 1926 en una finca cercana del Panteón San Nicolás, a donde llegaron más de veinte personas, que acordaron tomar las armas el 1 de enero de 1927; después aplazaron el levantamiento para el día 3.

Este grupo estaba integrado en su mayoría por jóvenes, pero ante la poca discreción, la noticia se corrió y tuvieron que adelantar la batalla el día 2 en la noche. Los jóvenes recorrieron las rancherías del norte de la ciudad, donde convencieron a los campesinos para que se unieran a la lucha.

Era el joven Nicolás Navarro el jefe de la Liga Defensora de la Libertad Religiosa en el barrio del Coecillo. Eran las 9:00pm del 2 de enero cuando todos los reaccionarios se reunieron en la quinta La Brisa a las orillas del Coecillo. Sin armas y con un número menor a 25 hombres, temían ser acribillados, pero al contar con el apoyo del inspector de Policía decidieron avanzar, pero fueron sorprendidos por coroneles que los aprendieron sin darles tiempo de defenderse.

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Pero ese mismo día, creyendo que ya había contenido a los cristeros, los coroneles regresaron al cuartel, pero fueron sorprendidos al ser atacados por dos bandos, los cuales pensaron que el grupo del Coecillo ya había tomado la Plaza Principal; por lo que al grito de ¡Viva Cristo Rey! comenzaron a disparar. Los federales comenzaron a disparar sobre los reaccionarios y dejaron dos cristeros muertos; los demás viendo que no tenían oportunidad decidieron huir.

Desde ese día la guarnición de la ciudad fue reforzada y se realizaban reconocimientos nocturnos.

Después de los levantamientos armados, el Presidente Calles, por medio de la Secretaría de Gobernación, giró una orden de aprehensión contra los sacerdotes residentes de la zona. Tal orden llegó a León el 7 de febrero de 1927, y la mayoría de los sacerdotes huyeron, pero otros se ocultaron. Como Jesús Medina y Fermín Aguilera, párrocos del Sagrario y del Señor de la Salud respectivamente.

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Las aprensiones y los asesinatos se hicieron recurrentes en todos los barrios donde se estuviera planeando un levantamiento, y fue así hasta erradicar el movimiento.

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