De panteón a Plaza

¿Quieres saber dónde enterraban a los muertos en León cuando aún no había panteones? ¡Ni te lo vas a imaginar! Antes de que la muerte se domesticara en la Villa, los fieles difuntos recibían sepultura en el primer templo de la ciudad, ubicado en lo que hoy se conoce como la Plaza Fundadores.

Estamos hablando que esto fue mucho tiempo antes de que llegaran los franciscanos a hacer sus construcciones arquitectónicas, por lo que los cuerpos se quedaban en los templos, pues para ese entonces las creencias y religiones aún no estaban del todo establecidas.

Después, cuando llegaron los franciscanos, comenzaron a crear espacios, pero no todos podían ser sepultados, sino sólo los que tenían cierta creencia religiosa, de acuerdo a información del Archivo Histórico Municipal.

Pero vámonos desde los básico, en la Villa de León primero se conocieron como cementerios, después como camposantos y finalmente fueron denominados panteones, este último era un templo de la Roma antigua dedicado a todos los Dioses, pero en León se tenían que llamar cementerios según la Ley de Reforma.

Fue en el año de 1589 cuando llegaron a la Villa los Franciscanos para encargarse de la religión, lo que ayudó a que la población no se perdiera, pues estaba a punto de desaparecer y les fueron otorgados por parte del cabildo unos terrenos en la Plaza.

A finales del siglo XVI construyeron su convento y primer templo, pero lo demolieron por mala construcción, hasta que edificaron otro a un costado de la iglesia del Sagrario.

Sin embargo, requirieron de mayores espacios y construyeron el cementerio franciscano en la Plaza Fundadores, donde enterraban a la gente de los barrios de San Miguel y el Coecillo con sus pertenencias de barro.

De esta forma fue como nacieron los panteones en la ciudad, en donde hasta la fecha podemos dejar los cuerpos de nuestros seres queridos que se adelantaron a la “otra vida”.