¿Cómo eran antes las posadas?

Las posadas son las celebraciones más esperadas y disfrutadas por niños y grandes. Estas fiestas tienen una historia detrás que muchas veces no conocemos. Nos dimos a la tarea de investigar y encontramos algunos documentos y textos en el Archivo Histórico Municipal, que presenta datos históricos de las posadas en México.

Según la creencia católica, José, acompañado de María, caminó desde la ciudad de Nazaret a Belén. Nueve días les tomó llegar a su destino. Al llegar, la Virgen estaba a punto de dar a luz a su hijo Jesús. Al ser rechazados en muchos lugares, tuvieron que refugiarse en un establo que personas bondadosas les habían ofrecido. Esta historia bíblica se conoce como “Las Posadas”, y se conmemoran en todos los países católicos durante los nueve días previos a la Nochebuena.

En México, fue en 1587 el religioso agustino fray Diego de San Soria, prior del convento de San Agustín Acolman, en el actual Estado de México, obtuvo una bula del entonces Papa Sixto V para celebrar anualmente, en esa sede y otras del Virreinato, misas de aguinaldo que recordaran aquel suceso desde el día 16 y hasta el 24 de diciembre.

En un principio, esta fiesta se desarrolló en los atrios de los conjuntos religiosos y después se extendió hacia la vía pública, donde se recorrían las calles con velas y con cantos. Había niños vestidos de ángeles que llevaban túnicas de tela metálica con hilos de plata o de oro, penachos de plumas blancas, zapatos de satín blanco, bordados en oro y una profusión de finos diamantes y perlas en cintas para la cabeza, broches y collares.

Con el tiempo las posadas fueron evolucionando y se comenzó a obsequiar frutas, cacahuates y canastitas con colación a la gente mayor. En el pasado eran canastas de porcelana que se guardaban como recuerdo, pero más tarde se hacían de palma tejida o de cartoncillo, adornadas con papel de china de colores.

Hoy en día la colación se reparte en bolsas de plástico con detalles navideños ¿Qué es lo que más te gusta de las posadas?