Los realistas toman la Villa de León

Poco duró la victoria de los Insurgentes en la Villa de León, pues para el 3 de diciembre de 1810 la historia dio un vuelco. Los realistas nombraron sus autoridades en León. El Brigadier Félix María Calleja, Comandante en Jefe del Ejército de Operaciones contra Insurgentes, designó a José Manuel Gutiérrez de la Concha como Subdelegado de la Villa.

En su cargo, de la Concha comunicó a los principales hacendados de la región, “ya que por la misericordia de Dios hemos conseguido ser perdonados y evitar los males que nos hubiera acarreado la entrada de un ejército castigador, debemos en cuanto dependa de nuestra parte, mantener el orden y resistir nuevos ataques de los insurgentes”.

La misma información fue dada a los indios y demás castas, a lo que se le sumó una exención de tributos.

El nuevo Subdelegado también dictó una orden para que todos los forasteros en un plazo de 24 horas abandonaran la Villa o de lo contrario sería encarcelados. Calleja por su parte publicó un bando en el que le hace saber a la población de la Villa y toda la región que donde se cometiera un asesinato de un soldado realista o un vecino horado, criollo o europeo, se sortearían cuatro de sus habitantes por cada uno de aquellos y serían pasados por armas, es decir, fusilados.

Calleja en su cargo fue un hombre duro e intransigente, pues por los días 21 y 22 de diciembre de 1810 mandó a ahorcar a dos individuos en la Plaza Principal de la Villa de León, por su adhesión a la causa de la Independencia. Por esas fechas Calleja partió a Lagos, dejando a 82 enfermos en sus tropas.

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Con la amenaza y el terror fue como los Realistas lograron amagar a los habitantes de la Villa y toda la región pues para el año 1811, en el mes de marzo Calleja amenazó con ejecutar a quien fuera sorprendido con armas pero ofreció indulto a quienes “abandonaran el mal partido, y se retiraran a sus casa a cuidar de sus familias e intereses. También agregó su intención de incendiar y exterminar a los pueblos que después de haber sido indultados volvieran a ponerse en insurrección, pasando cuchillo a sus habitantes”.